El hombre y el sátiro. Fábula clásica de Esopo con moraleja

Fábula: El hombre y el sátiro

Dícese que en otro tiempo un hombre concertó un pacto de amistad con un sátiro. Llegó el invierno y con él el frío; el hombre arrimaba las manos a la boca y soplaba en ellas. Preguntó el sátiro por qué lo hacía. Repuso que se calentaba la mano a causa del frío.

A la hora de comer los alimentos estaban muy calientes, y el hombre, cogiéndolos a trocitos, los acercaba a la boca y soplaba en ellos. Preguntó otra vez el sátiro por qué lo hacía. Contestó que enfriaba la comida porque estaba muy caliente.

¡Pues escucha, exclamó el sátiro, renuncio a tu amistad porque lo mismo soplas con la boca lo que está frío que lo que está caliente.


Moraleja de: El hombre y el sátiro

No nos confundamos con aquellos que nos presentan o aparentan incertidumbre en sus actos.

El hombre y el sátiro

El hombre y el sátiro. Fábula clásica de Esopo con moraleja

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2 Comentarios

  1. Eva 13 abril, 2012
  2. Anónimo 24 abril, 2012

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