Hermes y el escultor. Fábula de Esopo con moraleja

Fábula Hermes y el escultor

A Hermes le entro la curiosidad por saber cuánto le estimaban y le querían los hombres, y para ello, tomo la figura de un mortal y se presentó en el taller de un escultor.

En el taller del escultor, Hermes comenzó a preguntar por los precios de las estatuas.

  • Primero pregunto por la de Zeus, cuanto valía.
  • A lo que el escultor le respondió que costaba un dracma.

Hermes sonrió y volvió a preguntar;

  • Ahora pregunto por la de Hera cuanto costaba;
  • El escultor le respondió diciéndole que valía más que la de Zeus.

Luego viendo la estatua de el mismo, pensó que la suya valía mas que las otras dos, por ser el mensajero de Zeus y del dios de las ganancias, por lo que pregunto cuál era su precio.

El escultor le contestó:

– La estatua de Hermes no te costará nada. Si compras las otras dos, te regalaré ésta.

Fábulas de Esopo

Moraleja de la fábula

La moraleja de Hermes y el escultor nos dice que nuestra propia vanidad siempre nos llevara a pasar por terribles desilusiones.

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