El adivino. Fábula clásica de Esopo con moraleja

Fábula: El adivino

Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un quídam, anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su interior. Levantándose de un salto y corrió, desencajado y suspirando, para ver lo que había sucedido. Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr, le dijo:

Oye, amigo: tú que te picas de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te sucedería a ti?


Moraleja de: El adivino

Siempre hay personas que pretenden dirigir lo que no les corresponde, pero no pueden manejar sus propios asuntos.

El adivino

El adivino. Fábula clásica de Esopo con moraleja

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *