Fábula El perro y el carnicero
Entro un perro en una carnicería, y notando que el carnicero estaba muy ocupado con sus clientes, cogió un trozo de carne y salió corriendo. Se volvió el carnicero, y viéndole huir, y sin poder hacer ya nada, exclamó:
¡Oye amigo! allí donde te encuentre, no dejaré de mirarte.
Moraleja de la fábula El perro y el carnicero
No esperes a que suceda un accidente para pensar en cómo evitarlo.
El perro y el carnicero