Fábula: La Cigarra y la Hormiga
Junto a un campo de trigo, vivían en buena vecindad una cigarra y una hormiga. Cuando llegó el verano, la hormiga se dedicó afanosamente a recoger granos de trigo, guardándolos en su granero para poder alimentarse con ellos en invierno, mientras la Cigarra cantaba sin descanso recostada a la sombra de un árbol.
¡No trabajes tanto, chica! – dijo a la hormiga – haz como yo, descansa, que hace mucho calor, y diviértete.
No hizo caso la hormiguita. Y cuando llegó el invierno y escasearon las provisiones, la cigarra, hambrienta, fue a pedirle comida. Entonces la laboriosa y previsora hormiga, sin abrirle la puerta contesto:
– Si hubieras trabajado en el momento oportuno, como yo, hoy no carecerías de comida. Canta, pues, ahora, mientras yo como.
Fábulas de Esopo La Cigarra y la Hormiga su Moraleja
La moraleja de la fábula de Esopo nos dice que hay que trabajar y no sers perezoso, si quieres comer y ser dichoso.