Pekelandia

Hermes y el escultor. Fábula de Esopo con moraleja

Fábula Hermes y el escultor

A Hermes le entro la curiosidad por saber cuánto le estimaban y le querían los hombres, y para ello, tomo la figura de un mortal y se presentó en el taller de un escultor.

En el taller del escultor, Hermes comenzó a preguntar por los precios de las estatuas.

Hermes sonrió y volvió a preguntar;

Luego viendo la estatua de el mismo, pensó que la suya valía mas que las otras dos, por ser el mensajero de Zeus y del dios de las ganancias, por lo que pregunto cuál era su precio.

El escultor le contestó:

– La estatua de Hermes no te costará nada. Si compras las otras dos, te regalaré ésta.

Moraleja de la fábula

La moraleja de Hermes y el escultor nos dice que nuestra propia vanidad siempre nos llevara a pasar por terribles desilusiones.

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