Fábulas de Esopo con moraleja. El mercader de estatuas
Fábula el mercader de estatuas
Un hombre que se dedicaba a la venta de estatuas, creo una estatuilla del dios Hermes para luego venderla en la plaza del pueblo.
Después de un buen rato de estar en la plaza, y al no poder vender la estatua de Hermes, el hombre decidió llamar la atención de las personas, gritando que estaba vendiendo una estatua de un dios que concedía favores y bondades. Al oír esto una persona curiosa se le acercó y le dijo:
Si tan buena es la estatua como dices ¿por la vendes entonces? ¿Por qué no aprovechas sus favores y bondades para ti?
A lo que el mercader responde con lo siguiente:
La vendo porque necesito la ayuda en estos momentos, en cambio la estatua se tarda un poco en conceder los favores.
Moraleja de la fabula
La moraleja de la fabula de esopo nos dice que no nos dejemos llevar por el interés material y los comentarios sin antes percatarnos.