La granada y el manzano que se creían que estaban por encima de las demás plantas, estaban disputándose cuál de los dos era el más grande y fenomenal.
La discusión estaba subiendo de tono entre la granada y el manzano, entonces un espino, que era vecino de ambos, grito diciendo muy enfado:
Amigos, les pido que por favor, que en mi presencia no discutan cuestiones superficiales.
Moraleja de la fábula: la granada, el manzano y el espino
A veces quien tiene el poder para castigar a los demás, es el que termina imponiéndose entre todos y termina siendo el más grande